1. Comienza el día con tiempo estructurado para ti mismo
Ya sea revisar y enviar correos electrónicos, o checar las actualizaciones de las redes sociales, es una buena forma de comenzar tu día de trabajo. Responde rápidamente los correos que lo necesiten y organiza las actividades más importantes del día.
2. Aprovecha tu camino al trabajo
Si utilizas el transporte público para llegar al trabajo, puedes aprovechar ese momento para realizar algunas actividades que te facilitarán el día; como por ejemplo checar la agenda del día, hacer tu lista de tareas prioritarias, revisar el estado de los proyectos en los que estés trabajando, hacer una lista de pendientes, etc.
3. Optimiza el tiempo utilizado en las reuniones de trabajo

No es necesario acortar mucho las reuniones, con 20 minutos menos, es suficiente para ver grandes cambios en el tiempo disponible para el trabajo.
4. Organiza tus descansos
Es imposible pensar que puedes pasar 8 horas trabajando, sin ningún descanso; hay que tomar en cuenta que la concentración tiene límites y, luego de un rato de trabajo continuo te sentirás cansado, por lo que es más probable que pierdas la concentración. Necesitarás un momento de descanso para poder seguir totalmente enfocado en lo que hacías.
Con que te tomes unos 10 minutos de descanso cada dos o tres horas de trabajo continuo, es suficiente para despejar un poco la mente y continuar con el trabajo con los ánimos renovados. Si está dentro de tus posibilidades, también puede ser beneficioso dormir una pequeña siesta (10-20 minutos) después haber comido.
Para organizar mejor tu espacio
Un espacio de trabajo bien organizado, en el que puedes encontrar fácilmente todo lo que necesites para desempeñar tus funciones, y en el que te sientas cómodo, te será de gran ayuda para mejorar tu productividad.
5. Si es posible, trabaja desde casa

Entonces, si tu empresa lo permite, cada vez que puedas, prefiere trabajar en casa. Claro está que, si no vives solo, deberás cuidar eliminar las distracciones de las otras personas al máximo.
6. Disminuye el número de lugares al que necesitas ir para obtener la información que necesitas

7. Apaga las notificaciones con pop-up

Y es que, generalmente, los mensajes no son relevantes en ese momento, por lo que podrían esperar. Así que apaga este tipo de notificaciones, así solo las revisarás cuando realmente sea necesario, o cuando ya hayas acabado tu trabajo.
Para organizar tu estado mental
Esto quiere decir en lograr tener un estado mental que favorezca la concentración, evitando que las interrupciones interfieran con la tarea que se está realizando en el momento. Esto te ayudará a organizarte mejor en tu trabajo, ya que te permitirá mantenerte enfocado.
8. Opta por las conversaciones frente a frente
Es cierto que ahora existen maneras de comunicarnos rápidamente con otras personas, sin necesidad de estar cerca de ella (correos electrónicos, chat, mensajes de texto, etc.). Sin embargo, la mejor forma de hacer sigue siendo en persona, ya que permite aclarar más rápidamente los malentendidos y ponerse de acuerdo.
Si no es posible hacerlo en persona, prefiere las llamadas telefónicas o, en su defecto, algún servicio de chat, utilizando los correos electrónicos como última opción. El problema con los emails es que dificultan el llegar a acuerdos, al tener que esperar a que la otra persona lo lea y lo conteste.
9. Descompone los grandes problemas en pequeñas partes
Al hacer esto podrás enfocarte en resolver una cosa a la vez, evitando que te sientas abrumado por el tamaño del problema, o de la tarea a realizar.
10. Utiliza checklists, o listas de verificación
En especial si estás realizando una tarea repetitiva. Las checklists te podrán ayudar a que no pierdas el rumbo, ya que supone una guía, que te indica lo que ya hiciste lo que te falta por hacer.
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