Como ya se ha mencionado antes, el objetivo de la ética empresarial es desarrollarse en un mar de acciones organizadas que tiene como finalidad lograr la perfección y la buena reputación de cualquier grupo o empresa, además de establecer la cultura empresarial en todo momento. Los principios desarrollados que influyen en la compañía incluyen valores fundamentales tanto en la calidad de los productos como en el trato con el personal, así como un lenguaje general referente a las obligaciones jerárquicas [1].
De esta manera, una parte importante en el trato del personal es el buen uso de la comunicación, en la sabiduría para entender qué es lo que no puede decirse, pensarse, verse o escucharse. La dificultad a vencer es el establecimiento de un verdadero diálogo, cuya habilidad consiste más en construir sobre lo que acaba de decirse que en afirmar e imponer sus propias posiciones y preocupaciones.
Una dimensión ética de la palabra está ligada al ejerció de la violencia que ella puede causar y cuyos efectos pueden ser más graves que aquellos generados por la violencia física, ya que, en el caso de la violencia verbal y no verbal, la gravedad de las lesiones aparece a menudo a largo plazo y son más difíciles de apreciar [2].
Paralelamente, la inteligencia emocional es de igual manera importante en los grupos, y ésta se centra fuertemente en las habilidades de manejo de las emociones de los miembros, el manejo de las relaciones entre ellos y el manejo de las relaciones que tiene el equipo con otros individuos y grupos externos [3].
Las normas de inteligencia emocional grupal que facilite la conciencia de las necesidades individuales y que regulen el comportamiento para atender a dichas necesidades tendrán un impacto positivo en la efectividad grupal [4].
Por su parte, el patrón de liderazgo de un grupo es parte integral de su organización y sus actividades. El liderazgo contribuye a la existencia del grupo y es uno de los elementos que determinarán la forma cómo ese grupo va a desenvolverse. El proceso de socialización de los miembros de la organización para que desempeñen el rol asignado a cada uno de ellos, es un proceso orientado por los líderes, así como la búsqueda de medios para que el grupo pueda defenderse de amenazas internas y externas [5].
Finalmente, la ética empresarial debe transformarse en la política orgánica en todos los niveles con el propósito de cumplir con las responsabilidades hacia los clientes y proveedores. Siendo el objetivo, obtener el funcionamiento perfecto de una empresa, cada empleado debe realizar las labores que le corresponda implicando aquí a todos los niveles de mando. La socialización, la comunicación y el acoplamiento de los equipos a las normas propuestas dentro de la ética organizacional son actividades que deben ser guiadas por los líderes de cada grupo de trabajo.
Debe servir como guía para las decisiones y acciones gerenciales, poder delinear a los empleados y comunicar lo que la organización espera de ellos, influir en las actividades de marketing y fomentar el espíritu de grupo dentro de la organización [6].
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Referencias Bibliográficas
[2] Chanlat, A; y Bédard, R. La Administración, una Cuestión de Palabra. Sin información de la fuente.
[3] Montaño, E. Las claves de la inteligencia emocional. Editorial Norma, Colombia, 2007.
[4] Goleman, D; Cherniss, C; Bennis, W. Inteligencia emocional en el trabajo: cómo seleccionar y mejorar la inteligencia emocional en individuos, grupos y organizaciones. Editorial Kairós, España, 2005.
[5] Clifford, R. Liderazgo Local en el Desarrollo Rural Latinoamericano. Editorial IICA – CIRA. 1969.
[6] Robbins, S y Coulter, M. Administración. Pearson Educación. México, 2005.
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